Me he condenado a prisión
delito de exceso de amor,
y he decidido escogerte a ti
como mis barrotes y prisión.
Como lugar de penitencia
alguacil de mi celda
aunque alguien no me crea
así es como tú por mi velas.
Me tienes a la silla,
encadenado
posees mis sueños,
guardados
abrazas mis grilletes,
tan cálidos
apresas mis barrotes,
ya congelados.
Abres las ventanas,
soleadas
cerrando las puertas,
-así me apresabas-
guardabas las llaves,
yo te las daba
eras viento huracanado,
contigo me llevabas.
Eres persiana bajada
apresas
pero a mi voluntad,
calmas
eres porque y por qué
de antes y después
de cada cigarro
y de cada café.
Eres mis sueños bonitos
y salvadora en mis pesadillas,
eres libros que no hay quien
escriba
eres bestia indomable,
todo besos y caricias.
Eres esperanza en domingo
y felicidad en las mañanas
eres verano en invierno
y mis tardes y mañanas.
Eres libertad en una celda,
eres sol y eres tormenta
tienes mis noches eternas
guárdalas con delicadeza.