martes, 29 de enero de 2013

Silencio atascado

Folio en blanco sin tinta
sin palabra ni vocablo
sin ideas que pintan
las palabras que no hablo.

Peor es frente al teclado
no saber escribir tu nombre
no saber anotar algo
por muy triste que resulte.

Escapar de las palabras
vivir tras los gestos y silencios,
continuando viejas andadas
entre folios blancos y grotescos.

Mas aún sin darme cuenta, escribo palabras que carecen de sentido
piensa en encender un fuego
o en inundar tus lamentos.

No decir nada sin palabras
diciendo todo en silencios
no gastando saliva
para no hacer salir los truenos.

Por no atraer relámpagos
me cosí los labios
con aguja e hilo ya olvidados
para no decir con palabras
lo que contradicen mis gestos.

Para poder gritar por dentro
para poder vivir en silecio
para poder no equivocarse
para sin palabras desmarcarse.

Por no hablar, no hubo errores en palabras, por no hablar, no pudo decir las cosas buenas que querría decir. Por no hablar, no pudo decir ni sí ni no. Por no hablar, olvidóse de si mismo. Por no hablar, apartado se desmarcó, por no hablar murió sobre un teclado. Por escribir atascado, pues de no hablar, había olvidado como decir las cosas. Se enfrentaba a sí mismo cada vez que trataba de decir algo, cada vez que gritaba por dentro, cada vez que con palabras quería contradecir sus gestos.

"Silenciarse a sí mismo, autocensurarse, un fallo común, todo es importante, nada es una tontería, no pases nada por alto, y piensa antes de hablar, pero habla lo que pienses."

jueves, 17 de enero de 2013

Llamas en vena

Por la chispa que salta
sin pretender encendida,
las llamas disparadas
las llamas dispersadas.

Por el fuego llameante
que por tus venas corre
por las llamas en tus ojos
que a gritos piden lágrimas.

Por ver el cielo en llamas
cubierto de cenizas,
un instante de luz
apagado por ráfagas.

Por rociar de gasolina
todas las viejas heridas
para que chamuscadas
acaben cicatrizadas.

Por ver sin juicio
por juzgar sin ver
por llegar a entender
lo que tu ausencia no dijo.

Por no hablar nunca más
enmudeció para siempre
tras un millón de "vales"
apagó sus cuerdas vocales.

Porque desde fuera
mi ausencia cura
mi ausencia calma
mi ausencia ayuda.

Tras miles de palabras
sin sentido sonsacadas
abandonó sus creencias
para vivir a la desesperada.

Para no volver a creer en nada, para no afirmar palabras, para olvidar que hay cosas buenas, por creer en las malas. En eso tornaste, en eso te convertiste, en ti mismo te perdiste, se que si pudieras, me prenderías en llamas. Se que si pudieras, borrarías estas palabras.

jueves, 10 de enero de 2013

Dolor truncado

"Cual muñeco de vudú, manipulado, descontrolado, incapaz de controlarse, de saber qué iba a hacer, con demasiadas agujas clavadas."

Sentado bajo el escritorio, tiritando aun no teniendo frío, encogido aun para guardarse del frío que le recorría la espalda. Espalda que mil historias y lunares guardaba, espalda que mil batallas había soportado, espalda que mucho peso había cargado. Espalda que soportaría ese peso las veces que fuera necesario para así vivir como sólo desea, como sólo anhela, como su dolor le exige, pues por eso duele, porque él no tener lo único que deseas desgarra hasta el punto de perderte, hasta el punto de desvancerte.

Difuminarse tras la niebla, escabullirse bosque adentro, no dar más caricias de lija ni más.abrazos que acuchillan. Buscar sólo la razón de su felicidad, encontrarla por segunda vez para parar este vudú, para que su dolor se extinga. Para que a pesar de no todo ser bueno, saber que lo malo y él dolor no será, pues desde que la encontró nunca más estuvo sólo.

martes, 8 de enero de 2013

Pérdida de norte

- ¿Por qué lo has hecho?
- Ya no marcaba el norte, estaba estropeada, por eso la he roto.
- Si marcaba el norte, que la he usado yo, estaba bien.
- Pues la he roto porque me he perdido, porque no encuentro mi norte y no quiero ayuda de brújulas, pues mi verdadera brújula ha dejado de guiarme.
- Y ahora qué, que piensas hacer, ¿dejarte llevar por el viento? ¿Arrastrarte por el mar y su corriente?
- Abandonarme a mi mismo una vez más, romperme un poco más, ir a mi rincón y olvidarme de todo. Soñar pesadillas, pues en mi altar de los detalles es lo único que puedo hacer.
- No te creo, no me dicen eso tus ojos, ahí no veo abandono.
- En mi mirada viven mis demonios, ellos te engañan. Me voy, he perdido el norte, así que iré al sur, al suroeste, o en una nueva dirección.

Tras ocultarse de sus demonios, alejarse de todos y todo para no hacer ni recibir daño. Tras abandonarse a sí mismo necesitaba a esa persona que le rompía los esquemas y sus brújulas. Esa persona capaz de enseñarle cómo continuar tras perderse a sí mismo. Esa persona que marca sus días de vida. La que le hace recuperar el norte, la que al alejarse, hace que muera por dentro.

Escapar de tu propia sombra

Alejándose de todo comenzó su aventura. Distanciandose de los que creía amigos, compañeros de fatigas, hombros a los que arrimarse para capear el temporal, para sufrir menos, para sonreír más. Siempre considerándose a sí mismo una bala perdida veía que no encajaba en ningún sitio, no encontraba su lugar. "Soy solitario, soy raro" - decía el autojustificandose, como queriendo creelo.

- ¿A dónde vas?
- Donde no pueda volver ni encontrarme a mi mismo, donde el silencio sea mi diálogo constante, donde la indiferencia sea mi pan de cada día y donde nadie pueda echarme de menos.
- Suerte

Se sacó el puñal de la espalda, clavado por una persona inesperada, de las de confiar, así aprendió a no fiarse de nadie, ni de sí mismo. Valiosa lección cuyo aprendizaje completó. Traicionando cogió sus cosas y las tiró a la basura entre llamas y lágrimas de un pasado en vano. Comenzaba su nueva vida, pero, ¿podría llamarse vida eso? Claro que no, vivir sin sentirse vivo, escapando hasta de tú propia sombra, no había quién le aguantase, ni el mismo se soportaba.

No sé que fue de él, probablemente ni él mismo lo sabrá. Consiguió su propósito pues desapareció del mapa, sé esfumó tras una nube densa e inpenetrable. Escapó de su sombra, sé alejó de todo. Sé murió en su olvido.

Ateo del perdón

No quiero pensar, los párpados cerrados transparentan miradas cuyos ojos diluvian sobre unas vestiduras ajadas que camuflan un delito ...