jueves, 24 de octubre de 2013

Hovik, genio, ídolo y magia

Hoy no he querido traer nada de mí. Sino rendir homenaje, que vaya si se lo merece, a este cómico loco que me ha dejado boquiabierto con sus líneas. Pero bueno, os las pongo directamente, que si no, lo estropeo.

  ''Vivo en una duerme-vela.
   ¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad de correr? De romper con todo de huir. De hacerse un ovillo con el solitario deseo de que el tiempo pase.
    En días me busco en días me encuentro y en días me suicido.
No me he movido, pero no estoy donde estaba, quiero saber si soy verdad, o si me engaño.
    A veces camino solo a veces la soledad me acompaña, a veces me río de mí, a veces la risa soy yo.
    A veces hablo pero no me escucho a veces escucho pero no puedo hablar. A veces me callo.
    Mi conciencia me escupe venenos de a cincuenta céntimos la garrafa.
    Y todo, todo porque a veces quiero ser yo, pero a veces me niego.
    Y entonces, entonces sufro, sí sufro, y mi corazón, hecho papel y lapicero, escribe renglones desesperados.
    Mis ojos lloran arena.
    Mi alma huye de mi mismo.
    Mi sangre acaricia la esperanza, y al tocarla se hace costra.
    Busco mis manos para protegerme pero son de humo, un humo podrido, desdentado y yonki.
    Y todo porque a veces quiero ser yo, pero a veces, me niego.
    A veces no sé quién soy. Pero esta noche sí.
    Esta noche soy el responsable de vuestro silencio y de vuestro murmullo.
    Esta noche, soy un puto tarado y vosotros más por escucharme.''

miércoles, 16 de octubre de 2013

Vómito emocional

Brisa silbante que tus sueños se lleva. Mecha que prende la pólvora, la pólvora que estalla carcajadas de pena. Cigarro encendido que se fuma al sistema, que se fuma a la indiferencia. Bocanada de humo denso que te atrapa, que te tienta.

Desecho de emociones que provocan risa; todo el mundo es puta comedia. Boceto y esquema de qué es la felicidad, la tristeza es una realidad certera. Duda de la esperanza, farsa, mentira y mierda.

Catástrofes, desastres naturales, accidentes cardio-emocionales.
Ríos de lágrimas torrenciales que arrasan con sonrisas bellas. Temblores de piernas, seísmos que te tambalean. Tempestades negativas que te queman, que a la vez la sangre te hielan.

Que nadie te engañe, que con los mocos no se van las penas.

Borracheras, venenos directos a sangre, vasos medio llenos de olvido, medio vacíos de sentido.
Sin sentidos.

Drogadicto de líneas emborronadas, de líneas desesperadas, de lágrimas de tinta derramadas.

No sé quién soy.

Quizá un yonki desesperado, que busca entender un te quiero, en un vaso de whisky que a cada momento se hace más y más eterno.

Ateo del perdón

No quiero pensar, los párpados cerrados transparentan miradas cuyos ojos diluvian sobre unas vestiduras ajadas que camuflan un delito ...