sábado, 8 de octubre de 2016

Seamos lucha

Somos
la lucha encarnizada
y en cueros
que se desarrolla
en toda la superficie
de una cama.

Somos
la lucha de dos amantes
en un mundo frío
que tiene el amor
por norma
y el quererse por excepción.

Somos
la lucha
de lxs que se encuentran
en la mirada cruzada
con los ojos del
extrañamente conocido.

Somos
la lucha de lxs paganxs
de lxs inocentes
de los aisladxs
de lxs oprimidxs
y de lxs incomprendidxs.

Somos
la lucha de los que se miran
al alma
con los ojos vendados,
y la esperanza
vaciada en los brazos del otro.

Somos
la lucha de lxs rebeldes
que se vacían
en hojas en blanco
mientras la ciudad en llamas
refleja nuestros corazones.

Somos,
porque fuimos,
lucha y resistencia,
mientras todos se rinden,
nosotros somos lucha.



miércoles, 5 de octubre de 2016

Transiciones

Todo está tranquilo
cuando sus brazos me rodean
fuerte,
mi corazón es un campo de batalla
y seamos sinceros,
ambos sabemos,
que en las guerras
nunca he tenido suerte.

Nada es lo que parece
y hoy la muerte emocional
parece la mejor parte
del viaje
a nuevas fronteras.

Cuando te miro y pienso
que hay cosas que deben morir
para que nazcan otras,
entonces veo que
nos rendimos
a la revolución
de nuestros besos.

Sin tiempo
viviríamos igual
llegando tarde a donde no se nos espera
y teniendo que estar
recordándonos que somos caducos
de forma constante,
desespera.

La vida nunca había parecido
tener sentido
pues las metas eran vacías
las promesas putrefactas
y los gestos apariencias.

Las caricias
siempre irritaban mi alma
pues veía como las yemas
que me rozaban
se convertían en las mismas
en blandir el cuchillo.

El tiempo nunca fue aliado
pudriendo mi mente
marchitando mi espíritu
y probando como cierta
la terrible idea
de que lo bueno de la vida
sólo estaba en la salida de la misma.

Mi pensamiento fue siempre
el peor de mis enemigos,
pero ahora todo está tranquilo,
desde que tú.

martes, 4 de octubre de 2016

Tardes de aspereza emocional

La intranquilidad
y el nerviosismo
puede que sean
los peores sentimientos
que nunca haya sentido.

El temblor interno
de saber
o de pensar
que algo no va bien,
o que quizá eso que iba bien
nunca haya existido.

La idea
y su representación
de que algo se va a torcer
si es que no se ha torcido ya
y que no podré
soportar más caídas.

Cómo cojones
me puedo explicar,
que sean ocho las palabras
de mi epitafio psicológico,
de mi carga.
El precio de mi entereza,
'sigo con lo mismo en la cabeza.'

La parálisis de mi tren
de pensamiento
descarrilado
en la desidia de los días perdidos,
de victoria del peso suicida
y del pensamiento
que sólo complace
a esa parte de mí mismo.

La ansiedad
me dice que me despida
por hoy,
levantando el dedo corazón
de esta impotencia,
que no deja de ser mi sentencia.

El silencio es el mayor dolor
a través del cual
ver llover(se).




Ateo del perdón

No quiero pensar, los párpados cerrados transparentan miradas cuyos ojos diluvian sobre unas vestiduras ajadas que camuflan un delito ...