sábado, 30 de noviembre de 2013

A la tercera bala perdida

Despertar en una vorágine de incertidumbre, en una marabunta de alboroto. Ya no hay café, ya no queda cerveza y ni la esperanza lima las asperezas.
Solo quedamos yo y mi cabeza, total, no hay quién me entienda.

Los pensamientos pesan, las preguntas apedrean, ¿y de las respuestas? Respuestas ya no quedan. Pero me queda una bala, una pregunta sin respuesta, por si alguien quiere responderla.

¿Por qué levantarse y resistirse? ¿Por qué luchar? ¿Por la libertad? ¿Por la verdad? ¿Tal vez por la paz?
¿Acaso crees que se puede luchar por algo más además de por nuestra propia supervivencia?

Ilusiones, desvaríos de la percepción. Respuestas a una vida sin sentido y objetivo. Poco más reales que un sueño, del qué no se sabe si acabas de despertar, o del que te levantas y sufres de su irrealidad.

¿Qué es la felicidad? ¿Disparar al aire sin llegar nunca a acertar? ¿Buscar una respuesta que nunca llegará? ¿Apoyarte en idiotas ignorantes que sólo saben festejar el éxito propio y mofarse de la desgracia ajena?

Quizá sea encontrar un norte, un soporte, una brújula que marque el rumbo y que sea el destino.
Y oye, tú que puedes, lucha por ese objetivo.

sábado, 16 de noviembre de 2013

No más

La historia se repite y no es noticia, siempre cíclica, hasta la fatiga.
Vivo sin aliento.
Ya no puedo más, estas alas no me dejan volar. Solo puedo llorar, gritar, vomitar, desvariar.
Estoy para encerrar.
Mis lágrimas no me dejan despegar, las piernas no responden, ya ni si quiera puedo caminar.
No puedo más.
Todo se desmorona, todo cae, los pilares se derrumban, los sueños se han quedado atrás.
Todo se va.
El destino ha desaparecido, mapa y brújula han perdido el objetivo.
Ya no hay objetivo.
Ha empezado la guerra fría, se acabó la paz.
Patán, jamás hallarás paz.
No hay paz.
Me he perdido sin si quiera haberme llegado a encontrar.
Nihilismo llama a mi puerta.
Me ha venido a buscar, me ha venido a abrazar.
Déjate llevar.
Sólo hazme un favor, ayúdame a escapar.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Buena vida

Despiertas viendo amanecer. Ha sido una noche breve, pero exprimida al máximo.
La vida te invita a sonreír, hay barra libre de sonrisas.
El mundo es bueno.
Tomas tu cerveza favorita.
El alcohol te llena de júbilo, te emborrachas esperando a la muerte.
Todo lo que te mata, te hace sentir más vivo, te hace ser más fuerte.

Mientras, a tu mente sólo le preocupa a qué hora empezará el día.
No hay crisis, no hay gobiernos injustos ni políticos mediocres.
Las únicas drogas son autoestima y disciplina.
Amor y sexo forman esta distopía.
Llantos y tristeza, desaparecidos en utopía.

Precios y etiquetas en vías de extinción.
Ilusión, sueños, punteras en producción.
Gritas, voz afónica de pura alegría.

Esto es buena vida.

Pero suena el despertador, vuelta a la realidad.
La buena vida se termina, quizá ni si quiera existía.

martes, 5 de noviembre de 2013

Como si nada

Tras poner en común @juanjo_basante y yo varios textos con un trasfondo que venía a hablar de lo mismo, decidimos unir fuerzas y mezclarlos en uno solo. El resultado es el presentado, aunque ¡podría ser peor!

Voy a hacer como que no me entero, fingir que no me afecta. Voy a seguir como si nada. Hipócritas… Sí, hipócritas, maldecís vuestra mala suerte. ‘‘Mierda de vida’’ susurra el viento, y mis oídos no dejan de reírlo. Ilusos, víctimas del hiperrealismo, del todo blanco o todo negro. No sabéis qué es sufrir, ni le dais valor al poder de sonreír. Pero cuidado, todo deja su marca. Deja un surco que machaca mi terreno y no hay desmarque capaz de evitar que tenga dudas.
Actuáis ajenos al desastre. Un desastre que es consecuencia de vuestras decisiones. No os quitáis las vendas de los ojos porque es más fácil creer a ciegas. Confiáis en vuestros espejismos, que poco consuelan. Creéis en vuestros reyes magos, que son pura burla.
Nunca os equivocáis, ¿no? Sois payasos disfrazados, ni siquiera hacéis gracia. Este es vuestro mundo ideal, plagado de mentiras, de ideales, de principios…
Arena. Arena de un engaño en una nube de polvo muerto. Esos son los cimientos de vuestro mundo. ¿No lo queréis ver o realmente no podéis verlo?
Sois egoístas. Sois egoístas porque decidís creyendo que lo hacéis en virtud de los demás, porque queréis contentar a una mayoría que no se ha parado a pensar si lo que hace es lo que realmente quiere.
Cobardes, siempre con la mayoría. La ceguera no es sólo una enfermedad de la vista. Y mi mente, coja de equilibrio y falta de sentido, pregunta: ¿Dónde se esconde el karma? Parece que no hay bien para los buenos, ni mal para los malos. NO HAY EQUILIBRIO. ¿Sobre qué pilar se sostiene la señora justicia? NO HAY JUSTICIA. Atrás queda eso de trabajo, esfuerzo, sudor y sacrificio equivalen a triunfo, victoria o recompensa. Atrás queréis dejarlo a base de insistencia.
Sois decadentes. Material caduco. Celebráis miserias del ayer, defendéis todo lo que funcionó y no aceptáis reforma alguna… Sé por qué lo hacéis. Por el confort que otorga poder gritar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Vuestros principios, vuestros siempre se ha hecho así, vuestras costumbres heredadas que no admiten rectificación… Esa es vuestra cárcel, no la nuestra. Y como presos, vociferáis contra cualquiera que pase delante de vosotros y aparente ser diferente. Cargáis tras los barrotes, protegidos por vuestra culpa. No sabríais qué hacer si os abriesen la celda, ¿verdad?
En parte os envidio. Envidio vuestra capacidad para autoengañaros. Envidio vuestra predisposición de vivir mirando para otro lado. Envidio vuestro talento para enfundar vuestras almas en oasis de apariencias. Envidio vuestra mediocridad, hijos de la pereza y del conformismo. Os envidio, pero la tontería me dura apenas unos segundos, y entonces sé que no me cambiaría ni por uno solo de vosotros. Vais directos al estrellato, adelante. Pronto los focos acabarán por derretiros y os sentiréis tan vacíos como yo os veo.
Pero mientras tanto, voy a hacer como que no me entero. Fingir que no me afecta. Voy a seguir como si nada. Y por el camino, alguien habrá que me siga. Espero que sea quien estoy siguiendo yo.


sábado, 2 de noviembre de 2013

Padre nuestro

Padre nuestro, y de todos ellos.
De los desesperados, de los ilusamente esperanzados.
De los felices, de los que no lo son tanto.
Padre de todos los que sufren daño.
De los melancólicos, de los enamorados.
De los buenos, de los (in)justos y de los malvados.
De los tontos, de los desgraciados, de los sin techo y de los afortunados.

No dejes que sigamos cayendo en picado.

Padre de las prostitutas, de los delincuentes, de los encarcelados.
De los políticos mediocres, padre, madre o ente de los borrachos.

¿Por qué dejas que sigamos matando?

Padre de los ateos, de los cristianos, de los judíos y de los musulmanes.
De los hindúes, de los que rezan callando.

Haz que haya un motivo para creer, todos cogidos de la mano.

Padre del lugar llamado mundo.
Dios sin género ni nación.
Quítanos los excesos, déjanos con nuestros defectos.
Déjanos morir en sexo.

Que yo, sólo quiero creer en esto.
Olvidándonos del resto.
Dejándonos llevar.

Sólo quiero eso.

Ateo del perdón

No quiero pensar, los párpados cerrados transparentan miradas cuyos ojos diluvian sobre unas vestiduras ajadas que camuflan un delito ...