domingo, 31 de marzo de 2013

Espacios en blanco

Rellena mis espacios en blanco con tus penas y alegrías con tus mierdas y tristezas, con tus lluvias y tus tormentas. Con tus abrazos y tu delicadeza. Con tus idas, y también con tus vueltas, relléname y no dejes un hueco en blanco, que todo cuenta. Relléname, pero de amor, odio, mierda, pena, alegría y tristeza.

Luz entre sombras que de _______ me llena. Farolas de penumbra, palos bumeranes, desiertos de _______. Fuego húmedo de lágrimas llenas de ________ y de ________. Táchame de mierda, o de jubiloso en pena, de egocéntrico o de tachón en vena. Búscame tras el olor a la vieja menta, que sale desde la más triste ______. Que ''duerme'' en una cama de insomnio de _______. Despierta bajo tus sábanas y tu piel, a milímetros nuestras piernas, y también nuestras caderas, en nuestra cuerda haciendo equilibrios de mierda, perdón, más bien equilibrando nuestras cadenas. Buscando nuestras ajenas _______, perdiéndonos las cicatrices de nuestras más fieras guerras. Guerras de esencias, de las que no hay trincheras, donde lo único que sirve, es lo que se piensa.

Escríbeme miles de poemas, de esos viejos, de esos poemas de _______. De promesas que parecen acabar en ________, o que buscan una salida o huida por la _______. Búscame en los bosques de lo extraño, en las ramas de los árboles, donde querer parezca dar permiso para hacer daño. Piérdeme con el tiempo, y la espera, con lás lágrimas de lluvias, con la ________ de mis putas _______. Siéntate a la espera, átate a mis cadenas, hazme _______ y quítame toda la _______. Apréndeme enseñando diferencias, diferénciame entre miles de disfraces, entre nubes y antifaces. Enséñame, que es vivir y qué es no estar muerto.

Ilumíname con tu magia, o con un carbón a los pies de nuestra cama, con incienso que dé olor a las sábanas, o con velas que se apaguen todas las mañanas. Dame aliento y cometidos, y nunca me desveles los motivos. Siénteme y tenme _______, no me quieras llenar con tus más oscuras ______. Sólo réllename, pues quiero ser la línea entre ________ y _______, solo barrera entre paz y guerra. Quiero darte paz y hacerte guerra, quiero simplemente encenderte siempre la mecha. Quiero tu sangre por mis venas, quiero mi saliva por tus caderas, y quiero que me rellenes, todos estos espacios de ______.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Incierta ficción

...''imposible ver el cielo reflejado en mi'... o la lluvia empapándome el alma ... o las olas arrastrándome contra-corriente''...

Sonaba la misma música interna, siempre el ruido entre silencios, constantemente el grito a susurros, siempre el ensordecedor ''pepito-grillo'' y a todas horas atormentaba sus ideas y nublaba sus más fuertes juicios. Juicios con cimientos de complejos. Complejos con pudor, que no se dejaban desnudar. Y desnudos que no se dejaban amar. Amor que tornaba en odio como las primaveras tornan en inviernos, como los domingos pasan a ser lunes, y como la luz solar, pasa a la indecisa luz lunar. Todo dentro de una cabeza más o menos amueblada, más o menos con las inciertas claras. Sí, inciertas, que no ideas. Inciertas de ida y vuelta, inciertas en poemas, inciertas en fonemas, inciertas en canción, y sobre todo, mi vida, la incierta ficción. Un sendero sinuoso sin horizonte alguno, sin una bandera de cuadros y un letrero luminoso con la palabra meta en mayúsculas, que ojalá fueran minúsculas. Continuo exilio en las ojeras que ni el café ni la cerveza curan, que ni el vicio ni el juego ayudan, y que en domingos, la pena del cielo baja, y me ayuda. En días donde, joder, y permitidme que lo tache, las ojeras se transforman en una sombra de cuerpo entero. En una sombra, en la mayor incierta, en la mayor de todas las dudas. En la reina de las noches en vela, y en la que desquicia a quien medio se acerca, o al que medio lo intenta. Y que no hay culpa para el mar de dudas donde naufragáis cuando os queréis acercar, no hay culpa cuando os ahogáis al nadar en mis aguas cercanas.

Buscas y buscas un atajo, una rendija, una salida que quieras o no, una escapada te exija. Y un mandarlo a la mierda todo, que solo a los valientes, o a los insensibles, aflija. O un lugar el cual los temerarios esquivan, un lugar, donde la sombra de los arboles ilumina. Y donde el alma en los domingos, es lo único que guía. Al igual que el escapar de la rutina, una puta ilusión, el exigir cambio de una incierta acción. Pues, ¿no te das cuenta que por más que escapes, todo acaba siendo rutina? Ya sea el pasar hambre, el pensar en mierda y pena, o el cambio y la felicidad que te llega. Pequeñas dosis individuales de inciertas, en tazas sin asa, que no hay por donde cogerlas. No quiero que me dominen las inciertas, no pienso en sostenerlas, ni en hacer crecerlas, solo en que perezcan. En exterminarlas con alcohol y mierda. Con tinta y miradas hechas de guiño, con cariño, o con algo de apoyo. Con un escribirte mil poemas desde mis ojeras, para relatarte nuestras mil y una primaveras. O con un invierno donde no me asolen las frías y duras inciertas. Y perdón por la insistencia, pero, a noche de insomnio, me asolan mis inciertas.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Creador de problemas

No busco estas metas
ni penas, ni tristezas
no busco prisión
ni de humo ni si quiera de cartón.

Y me encuentro en mi taller
que es la memoria
mi templo y mi tortura
y mi cárcel de amargura.

Busco la locura
entre hojas
oscuras
y mi más estricta cordura.

Y siempre a los mismos temas
a los que día a noche
vuelve
este triste creador de problemas.

domingo, 10 de marzo de 2013

Guerra Interna

Miércoles, 15 de Enero de 2017

Hace sólo un mes de mi partida a este infierno y ya no me reconozco en el espejo cuando me lavo los dientes y me enjuago la boca, desaparezco en un viejo reflejo de lo que fui en ti, de lo que fuiste en mi, de lo que fui contigo. El día a día es más y más duro, y no se si seguiré esquivando las balas, ya que duelen menos las balas que la distancia. No se si llegará esta carta, el correo va cada vez peor y el olor a cadáver empieza a nublar mis sentidos. Sentidos que te sienten cerca cuando en realidad estás lejos de ti, lejos de mi.

Siempre tuyo, Evan.


Viernes, 20 de Febrero de 2017

¿Dónde estoy entre toda la mierda que a cada día se me amontona encima? No sé si alguna vez te habré contado la definición de locura, pero bueno, no importa. Ha sido una época movidita, muchas simulaciones y entrenamiento. Preparándonos para algo para lo cual no existe preparación ninguna, que es el morir. Pues el sentirse muerto yo ya lo he asimilado y gris es el color que me domina. Y la tinta de estas cartas bajo mi mano se difumina. Pues por más que lo intente al final siempre hago la pifia.

Más tuyo que de mí, Evan.


Lunes, o Jueves quizá, 56, 3 de Marzo de 2017

La guerra se hace dura día a día y gana más fuerza y magnitud, en éste recóndito lugar en mi trinchera ya no se si me habrás olvidado, pues siempre que llega el correo nunca oigo el ansiado ''ha llegado esto para ti. Evan''. Y no te culpo, pues yo decidí irme, o no quedarme más bien. Ya hasta el respirar se me hace eterno, pues a cada aliento ya es uno menos para acabar de vivir, o para empezar a morir.

Lo que quede de mí, Evan.


Un día de Abril del 2017

Contigo mi tiempo vuela
fluye y gira manivelas
le da fuerza
a este viejo reloj de cuerda.

Sin ti el sistema se oxida
pierde cohesión,
se hunde en tierra,
buscando quien le arregla.

Buscando alguien que me quiera
quizá más de la cuenta
o más de lo que merezca
que ya no se dónde empieza.

Evan, o así me llamabas.


Último mensaje sin respuesta, 2017

He preguntado sin respuesta, he buscado y no me encuentras, he perdido a quien me venza, y he vencido a quien me pierda. He olvidado el medir el tiempo, he olvidado lo que soy y cada día en guerra es ir por la trinchera buscando una bala que directa a la sien acabe con esto. Todo me huele a lo poco que recuerdo de ti, o de mi. no recuerdo tu nombre ni tu rostro, solo lo que sentíamos, o lo que siento en mi trinchera. Que este último mensaje sin quererlo te llegue, y que como un abrazo de los que merezcas sirva de adiós. Pues en este viaje, he perdido mi guerra interna.

Como quiera que me llame.


Escopetas de feria

Acción y reacción, y así  de sopetón te pilla la vida, desubicado y perdido, apartado en el olvido, como una sombra al cobijo de un árbol en el abrasador sol veraniego. Como si queriendo bucear en las inmensidades de los mares caribeños te hace una ahogadilla. La vida, que con algunos se afilia, a otros, los desquicia, y al resto simplemente les olvida. 

Esa feria danzante que puede ser tu conjunto de experiencias, yo particularmente me quedo con el juego de darle a los patitos, eso sí, con la endemoniada escopeta. Esa escopeta que por muy certero que seas apuntando y preparado el disparo acabará haciendo que el tendero se lleve el tiro, o que lo que buscabas como premio se aflija. 

Que tus metas sin motivo alguno acaben rotas. Que sin querer queriendo estropeas lo que tanto querías querer. Aquello que preparabas para recoger y que al final perdido está. Porque total, ¿para qué disparar ya? Todas las balas se van desviadas y no hay manera de acertar.

"Mejor no apuntar, desperdiciar, disparar, las pocas balas que quedan. Quizá sea la última y yo sigo con la puta escopeta de feria."

jueves, 7 de marzo de 2013

Nota de suicidio

Por dónde empezar, bueno sí. Querría escribir esto a modo de nota de disculpas, por los daños y los traumas. Por las heridas tan profundas en el alma. Por las caidas y no tantas aupadas. Por haberme dado la mano y haberme encadenado a tus brazos. Quizá también a modo de disculpa, porque no hay forma de que coja ninguna. Más bien de que alguna vez llegue a interpretar mis lagunas. Lagunas hechas de saliva. Y escupir hacia arriba con este escrito, para que me caiga encima y ver como todo se difumina. Como pintar tus bemoles con mis infantiles tizas. De colores, con canicas, con un juego de los que en la vida pillas. Y que sí, que soy más tonto de lo que parece, que ya es decir. O por lo menos, es por lo que siempre me han tomado. Una simple herramienta. Bueno no, simple no, demasiado elegante suena. Una puta herramienta, de las que tomas y dejas. De las que coges cuando te interesa pero de las que al final, atrás se quedan. Y quizá este sea mi último despido. Una triste y sucia nota de suicidio.

domingo, 3 de marzo de 2013

Voraz

Íncale el diente a tu sentimiento, al que hoy por hoy, es tu comida. No dejes de tener hambre y pide siempre más y más. Rózame con tus ganas para que un escalofrío de esperanza me recorra la espalda. Simplemente haz que mis esposas desaparezcan por arte de magia. Que como un león salga de mi jaula, y que llegue a hacer estragos en tu cama. Pero antes, vive un preuludio vampiresco en cada beso, mordiendome en los labios, y por supuesto, en el cuello. Que entre caricia y caricia muestres tu avaricia, tus ganas de ver brillar mi sonrisa. Mi voracidad por ley y religión, mi hambre y ganas de devorarte como reto y ambición. Quiero que llenes los espacios en blanco de mi espalda sin censura. Que con tu lengua dibujes y escribas por mi cuerpo, que hagas de mi un Picasso. Que tus ojos no se callen, que me hablen gozosos de ternura, que a gritos sin querer pidan de mis brazos, ayuda. Ayúdame pues floto en nubes y fantasias que dilatan mis pupilas, pues mi única droga es besarte día a día. No pidas perdon si muerdes, desátate y con fuerza, rásgame. Sácame tus garras, felinas. Clávame tus zarpas, crea heridas. Cúramelas luego, entre whisky y saliva. Entre velas olor a vainilla, entre sábanas que secretos escondían.

Ateo del perdón

No quiero pensar, los párpados cerrados transparentan miradas cuyos ojos diluvian sobre unas vestiduras ajadas que camuflan un delito ...