domingo, 30 de diciembre de 2012

Ante tus prioridades, ante tus decisiones.

A todos en la vida nos llega el momento en el que tenemos que elegir. Que cambiar el rumbo de nuestras vidas. Que tenemos que tomar una decisión que cambiará nuestra vida para siempre. Sabrás cuando es ese momento, lo percibirás hasta con la punta de los dedos, y entonces te encontrarás en un plano externo, viendo tus prioridades, ordenadas como de verdad importan.

Llevaba ya varias noches fuera de sí, de no pegar ojo aún estando en la mejor cama, de no reirse a pesar de escuchar los mejores chistes, de no sufrir aún sufriendo el mayor de los dolores, de no poder soltar una lágrima a pesar de no poder estar mas triste.

Tim estaba a punto de cambiar su vida, pero él no tenía ni idea. Seguía con su vida de una forma normal, aun viendo que los ultimos días el "ambiente" estaba enrarecido, las miradas eran distintas, los gestos tambien. Su corazón latía a un ritmo anormal.

Ignorando estos cambios, Tim vio como llegó el momento. Como en ese preciso instante vio que todo daba igual en sus decisiones. Ante sus prioridades y sus decisiones se vio en una escalera, de escalones mas altos a mas bajos, el mas alto, a muchisima diferencia del resto era su opción.

"Cuando en su decisión abandonó todo para ir con su escalón más alto no se equivocó, cuando ante sus prioridades destapó las nubes del cielo gris, todo se volvió claridad. Cuando ante sus elecciones todo estaba en ese primer escalón. ¿El resto? Carecía de valor."

martes, 25 de diciembre de 2012

Suicida emocional.

Para mí, que me lanzo al vacío una y otra vez. Para mí, que me abro mis propios cortes. Para mí, que echo sal en mis propias heridas. Para mi, que desde el suelo lo veo todo mejor. Para mí, que aprendí que de mí no se puede esperar nada. Para mí, para que nadie se acerque, pues te haré daño. Para mí, para alejarme de los buenos, para no convertirlos en malos. Para mí, para alejarme de todo y no volver jamás. Para mí, para avisarme y no acercarme a nadie. Para mí, para vosotros, para que seiais cautos conmigo, para alejaros de este suicida emocional. Para mí, que me caigo una y otra vez. Para mí, para que no tengas que levantarme nunca más. Para mí, para quedarme desangrado y desencantado. Para mí, para poner punto final a toda esta mierda.

Grabado de retina.

Por el impacto de las hostias
que nos llevamos al girar
por el pasar de las hojas
para así nuestra vida compaginar.

Por un instante que congela
con una lágrima tu mente
ese momento que desaparecer anhela,
borrado ser para siempre.

Pero amigo, posiblemente
grabado en tu retina lo tengas
y de ahí no se irá
hasta que a ti mismo te digas
lo que sinceramente crees,
lo que sinceramente veas.

Las lagrimas se secarán con la verdad
con ellas el trauma desaparecerá
y esa monotona película de retina
para siempre enterrada quedará.

Para los malos momentos que crees que nunca se irán, sincerate contigo mismo. Sólo así se irán, solo así curarás la herida, solo así.

¿Azar?

Érase un hombre desafortunado, que no creia en la fortuna. Era un hombre de ciencia cierta, de los de bata blanca y cartera. Un hombre corriente, al que nada bueno le pasaba. Un hombre que cuando algo bueno le acontecía apelaba a la fortuna o a la casualidad y abandonaba sus preciadas estadísticas y números.

Este mismo hombre un día decidió cambiar, se convirtió en un hombre de principios sin finales. De tirar dados sobre la mesa sin escatimar en sus apuestas. Un ludópata, "un adicto al riesgo" decía el. Un pobre imbécil sin suerte decían otros de él.

Nadie sabe el por qué de su cambio radical. Quizá fuera un reflejo de una aurora boreal. Quizá fuera una estadistica que daba siempre en positivo, quizá fuera ¿azar?

La suerte, para los que crean en ella y los que no, no aparece de la nada, no soluciona nuestros problemas por sí sola, hay que provocarla, provoca tu suerte.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Emoción ramificada.

"... entonces se sintieron uno, unidos, y ese lazo nada ni nadie lo rompería, se miraron y el mundo se paró ..."

Ethan empezaba una nueva etapa en su vida. Después de todas las patadas y escupitajos. De pasar por las malas y por las peores. De llorar sin echar gota, de gritar sin voz y de escapar de si mismo sentado en su silla favorita del salón de su casa.

Parecía que la suerte le había sonreido, no, suerte no. No creía en la suerte, sin embargo, cuando algo le salía bien apelaba a una coincidencia o decía que había sido cosa de la fortuna.

Abandonado todo atrás había llegado a ser una persona completamente diferente. Rondaba bares de noche y deambulaba por la ciudad, hasta que un día en au rutina apareció una nueva persona, una de esas que solo te encuentras una en tu vida, de las que rompen todos tus esquemas. Las que te hacen mandarlo todo a la mierda, las que mueven montañas, de esas.

Se conocieron, pero no fue la típica historia perfecta de amor que se vende en las películas. Había algo más, era diferente al resto, estaban a otro nivel. Con una confianza increible ya se conocían el uno al otro mejor que nadie. Habían pasado momentos buenísimos, de elevarte a la máxima potencia por encima de las nubes. Pero momentos de arrastrase de dolor, de los malos y de los peores.

Un dia, estaban el uno frente al otro, no estaban bien, se miraron y ambos al unísono abrieron y mostraron sus sentimientos. Las mismas palabras se dijeron, entonces se sintieron uno, unidos, y ese lazo nada ni nadie lo rompería, se miraron y el mundo se paró ahí.

En ese nomento inmutable, invariable, parecía que pasara lo que pasara, no se iban a separar, sus emociones ramificarin a un arbol común, ya estaban unidos por algo más que un certificado matrimonial o por un contacto físico al cogerse de la mano. Ya era necesidad pura y dura. Pues eso implica la ramificación de emociones.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Rincón del pensamiento.

Recóndito espacio de mi mente, escondido templo en el que todos mis pensamientos estan subidos a una noria que gira constantemente. Espacio para ocultarse de uno mismo, para detener el tiempo y perderte en ti mismo. Zona en blanco, espacio vacío, mirada absorta y cuerpo bloqueado. Los pensamientos a toda velocidad y todo va a cámara lenta. Pues en el el rincón de tus pensamientos todo cobra y pierde sentido, todo se calma, todo se amena.

No hay viento, no hay frío ni calor, solo tú y tus pensamientos, escapate a tu rincón del pensamiento. No, no lo hagas, quizá no sepas volver si nadie te tiende la mano.

martes, 18 de diciembre de 2012

Herida mal desinfectada.

Sangre a borbotones, sangre que no cesa, sangre descolorida, sangre que quema al rozar la piel, sangre cuya perdida son lágrimas.

Nueva herida y nueva zona a cicatrizar, nueva tarea, nuevo lugar de desinfección. Pero, no para de sangrar, no paro de llorar y no paro de tener el corazón en un puño. Fallo mío si, pues pasar un bache solo es imposible, no, imposible no, muy difícil y el resultado no es el mismo. Si lo superas solo es porque nadie te ha ayudado, entonces desconfiarás hasta de ti mismo. Nunca solo, acompañate de algo para calmar tus heridas, para amainar los golpes, para amenizar las caidas y para facilitar el levantarse, para hacer de lo complicado sencillo, para cuidar tus infecciones y sanarlas.

Deshidratación por lagrimear, deshidratación por una mala desinfección. Una vez cesan las lágrimas estas secarán y te dejaran el rostro áspero, con una sonrisa sincera la piel volverá a su estado normal, a su suave tacto. Si no, serás una estrella que no brilla, una nube que se queda sin hacer llover, una caja vacía.

Cura tus heridas y ciérralas, nunca solo, desinféctalas.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Conseguir el imposible, prender en llamas el agua.

Querido diario:

Hace solo unos días de su marcha y ya estoy por los suelos, ya no me reconozco en el espejo y la gente de mi alrededor no sabe quien soy. ¿De verdad se puede depender tanto? Ya no soy el mismo y dudo que lo vuelva a ser hasta que volvamos a estar juntos, espero que este capítulo de mi diario te sea recibido, para que sepas que por las calles voy solo, con un chandal viejo, barba larga y cabeza baja, agachada. Ahora mismo los dias de tu marcha suman, ya son demasiados y no veo el momento de empezar a contar hacia atras, de restar los dias de tu llegada, pues ahora solo veo que los dias sin ti son más y más, vuelve pronto, pues el agua ya no está en llamas.

El diario de una persona destrozada por dentro, cuya distancia con una persona le trastoca, le rompe y le desgarra. Destrozada ya que con esa persona es capaz de todo, de vivir sin aire, de volar sin alas, de parar el tiempo, de nadar sin agua, de prender en llamas el agua, de hacer lo imposible.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Verdades que rasgan.

A veces tenemos que enfrentarnos a nuestros mayores miedos cara a cara. A veces, tenemos que asumir lo ya sabido por mucho que nos pueda doler.

Martes, 4:56 am. Acabo de despertar, una noche más, de la misma pesadilla recurrente que me lleva atormentando semanas. No se ni el cómo ni el por qué de esa pesadilla, pero está grabada en mi retina y no se va, no pasa no la asumo. Aun recuerdo el dia en que me enfrenté a la verdad. Fue por curioso, por mirar en el bosque detrás de los juncos, por alejarme demasiado de mi grupo, por abrir puertas que nunca había abierto, por decir las cosas que hubiera sido mejor callar.

Tan tranquila e impasible, tan verdadera y rasgadora, tan sibilina y certera la verdad se topó conmigo, es curioso, ha dolido pero, ¿y qué? Si el tiempo pasa y no pregunta por nadie de qué sirve lamentarse por una verdad que no es tan mala como parece. Una verdad que se puede cambiar, una verdad que, día a día, como todo, va cambiando.

Desde entonces vivió con los pies de plomo, mirando sus pisadas paso a paso, midiendo sus palabras, cuidando sus gestos. Preocupandose del más mínimo detalle porque la verdad desgarradora, que no tan mala era, cambiara.

martes, 11 de diciembre de 2012

Los fuegos de la vida.

Un día más tumbado en el césped viendo el cielo estrellado, una noche más absorto, como si mi ser estuviera en un mundo propio. Mirada perdida y gesto de parálisis.

Los fuegos aritificiales sirven de ejemplo para describir momentos, personas, etapas de nuestra vida, no todas, pero si muchas.

Todo comienza con un destello, un fogonazo y un instante que no se olvida y que se espera con gran espectación, el momento del comienzo de algo grande.

Algo que al llegar arriba explotará, alcanzara su máxima expresión y hará tanto ruido y tendrá tanta repercusion que todos sabrán de el.

Cuando cesa el ruido el momento se apaga, los destellos caen y terminan extinguidos, parece haber acabado el momento, extinguido, finalizado, olvidado.

Pero, ¿y la niebla que deja un fuego artificial? La marca del momento que esa ya no se va, esa ya queda en un momento vivido. Esa es la huella de los fuegos artificiales. Así, los fuegos de la vida, son esperados, son disfrutados, se apagan y extinguen pero dejan marca.

domingo, 9 de diciembre de 2012

La huella de los momentos.

Amaneces un día con una nueva cicatriz, quizá de una caida contra la acera, quizá de un golpe de la vida. Quizá de un momento que primero te dejó en shock y que no pudiste salir del shock.

Momentos, pues la vida son eso, momentos, que paralizan, que deprimen, que te ponen eufórico, momentos que te dejan sin palabras y momentos que te marcan para toda la vida.

Vivir deja secuelas, pues el vivir es empírico, y cada secuela es un pasito más hacia un destino incierto. Cada marca, cada huella, cada cicatriz es una historia, y una vivencia. Cada momento tiene su huella.

El vivir marca, el vivir desgarra y el vivir hace que los momentos impactantes te dejen huella.

La cuestión es cómo lo quieres ver.

El vaso de agua, ¿medio lleno o medio vacío?

Un punto de vista que no variará con el tiempo ni la circunstancia. El que lo vea medio vacío así lo verá siempre, pues esa será su voluntad y su modo de vida. Siempre optará por lo negativo y oscuro, y nunca despertará de su letargo, para él todo estará medio vacío y se sigue vaciando poco a poco.

En cambio, el que lo ve medio lleno vera luz en plena oscuridad, un manantial en desierto, una salida a todo, un camino, una sonrisa. Un modo de vida mucho más directo y claro, más posible y menos relativo, más espontaneo y excitado. No tan calmado y frío.

¿Y si ambos se entremezclan? Cuando giramos nuestro parecer y pasamos de ser positivos a ser negativos en una fracción de segundo. Todos tenemos días malos se dice, pero realmente todos tenemos dias malos, o quizás a veces tenemos días buenos.

Tú, dime como ves el vaso, de verdad, medio vacío, o medio lleno.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

¿Qué pasa si te pierdes en ti mismo?

"Por las ganas de completar el laberinto que soy, por ver qué hay al final, por ver si hay salida".

Cuando tu peor compañía eres tu mismo, cuando tu mayor miedo es lo que puedas llegar a hacer, cuando tu mismo eres tu mayor lastre, cuando tu mismo te interpones en tu "progreso" como persona.

Progreso, es curioso, hablamos de progreso cuando parece que para avanzar tenemos que retroceder. Ir hacia atrás para coger impulso se afirma. Realmente si si te estancas en el pasado, se acabó, puedes.mirarlo si, recordarlo, tambien por supuesto, pero nunca, nunca volver a el, nunca emplearlo como un recurso, arma o defensa.

Conocerte a ti mismo, quizá uno de los más, sino el más importante de los objrtivos de la vida. Pero, ¿qué somos para cononcernos? ¿cómo afrontar este reto? Quizá como un laberinto cuyo camino no esta claro, cuyas pareces parecen quebradizas, pues el laberinto, al igual que las personas, cambian.

¿Y cuando lo completas? ¿Cuándo llegas al centro o cuando sales de él? Cada una de las posibilidades con sus consecuencias, independientes del sujeto, independientes de la circunstancia, pero parece más sencillo completar el laberinto rompiendo la pared a cabezazos, pues se dice que la constancia gana la carrera.

Ateo del perdón

No quiero pensar, los párpados cerrados transparentan miradas cuyos ojos diluvian sobre unas vestiduras ajadas que camuflan un delito ...