domingo, 23 de diciembre de 2018

Ateo del perdón

No quiero pensar,
los párpados cerrados
transparentan miradas
cuyos ojos
diluvian sobre unas vestiduras ajadas
que camuflan un delito
que enuncio en espiral
como
"yo, evito".

Me enfrento
al coraje
de no ser nadie,
con la firmeza de la decisión,
de emprender la ruta
hacia ninguna parte,
"no puedo olvidar"
-me digo.

No voy a hablar más,
me haré soberano de mi silencio
para no volver a ser esclavo de un beso
o de un te quiero.

Yo me encargaré de los disparos a bocajarro,
de la autodestrucción
y la limpieza de la cicuta
en otro momento.

Si te soy sincero,
habré escuchado muchas veces
la sinfonía de arrepentimiento,
enunciada como
"lo siento",
pero no me lo creo.





lunes, 12 de noviembre de 2018

Delirio

Puedo estar ocioso pero nunca relajado, pues una noche tras otra dando vueltas por mis circunvalaciones está ese sueño preso de un régimen de perpetuo mimo pero con el que no me reconcilio.
Flotando por mis arterias siento un río de agonías que dejan el rocío de mis párpados regando una almohada que no florece.
Mis pies son plomo abrasivo que no me deja tocar el suelo y mis manos han temblado por ese frío dejado por la ausencia de un beso que cure esta piel que no sirve de abrigo.
Este corazón no late por las noches, se duerme sin mi permiso y mi último aliento resuena en mi cabeza como un grito.
Cansado me dejo caer en espiral al centro del huracán de como quien cansado de la guerra mental se rinde sin haber contemplado pedir auxilio.
Pero por las mañanas, cuando en mis ojos amaneces, me aferro a ese horizonte, enloquecido y sin voz, sigo haciendo camino.

Hans Loup

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Amargura en vena

¿Recuerdas cuando el lazo era jóven?
Esa fortaleza
se mostraba
indefensa,
pero invulnerable
cuando te miraba
en perpetuo estado
de midriasis.

Y tú me llamabas chiquillo.

Descubrimos el secerto
pronto,
demasiado pronto.

La cara oculta de subir tan alto.

Tú le lloraste a la luna,
yo apagué el sol
de mis días
rumbo a una enternidad
en la que entré de lleno.

Una que ocupa
el espacio
y el tiempo
de una duermevela sempiterna.

Ahora llevo
dos puntas
de alfiler en la mirada
y el color más frío
congelando
la pintura
oculta
tras la venda.

Tú velabas mis sueños,
esperando
el momento
en que tus párpados cerrados
se dejaran llevar por oniria.

La situación,
con mi cabeza,
se volvió del revés hacia el final,
y me he quedado con los pies en el aire.

Cazado por el recuerdo de un paraíso perdido.




domingo, 19 de agosto de 2018

Un tiempo

Cuando el ocaso
anuncie
el final del verano,
me iré.

La necesidad
de caminar en círculos,
evolucionando por la vida
llevado por las luces
y enmudecido por los ruidos
de este rodeo.

Abandonaré la fortuna
a la estadística,
y mi voz
será invisible a los oídos
en esta era
de carnaval.

Me cubriré de un manto
de tinta,
papel
y letras
en aras de hacer
un pequeño ejercicio
de poesía.

Me iré
hasta que vuelva a sentir
ese aliento,
y esa piel
que congela el tiempo.

Me iré hasta entonces,
                     ¿volveré? No lo sé.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Uninformados

Vertiginosa velocidad
la de la concatenación
de sucesos
que no edifican
las columnas de los periódicos.

La meteorología
no avisa del monzón
de mensajes
cuya caducidad,
únicamente
va más allá de las veinticuatro horas
en alguna reposición
insípida.

La opinión desborda
los límites de la razón
y el cortocircuito
lo sufre quien se encuentre
al otro lado
del televisor.

Si alguna vez la información
fue algo libre
de la verde gangrena
del dinero,
no lo recuerdo,
busco entre ajados libros
y leo tras el polvo,
pero no lo veo,
no lo encuentro.

Ahora leo voces que hablan
de esa dama,
información,
la llaman un básico derecho,
pero las imprentas han cerrado
por defunción
y ahora aguardan
riguroso luto para honrar a su muerto.

viernes, 3 de agosto de 2018

Psico-ilógico

Alego
únicamente hallar cobijo 
en la cordillera
por la que se trepa una cadera
en dirección correcta,
pero sin sentido.

Te quiero,
susurro casi sin oxígeno
a tu oído,
con la voz afónica
de tanto ruido en los míos.

Miro
a través de tus pupilas
y la gama emocional de mi interior
no puede contenerse
en un abanico.

Ahora mi mundo
contenido en mis delirios,
impulsado por el pulsátil ritmo
marcado en tus latidos.

Miro mientras todos duermen,
en lucha con estas vendas,
te pregunto:
¿puedes verme?

Despierto
mediante movimientos persitálticos
al vomitar el mundo
con la mirada
desde dentro.

Escucho atentamente
la mayor diversidad
de discursos
cuando entremedia camaderia
y complicidad.

De la que empuja los labios
y enfurece el corazón,
cuando la audición
recibe discursos que profesan 
libertad,
hacen alarde de la individual,
pensando que están fuera,
pero son los más esclavos.

lunes, 23 de abril de 2018

Cierro los ojos
para realizar
ejercicios de imaginación
buscando concreción,
pero todo cuanto encuentro
es la voluntad
del soñar
y nunca recordar.

Intento
alzar el vuelo
en estas páginas en blanco
donde proyectar
palabras con sentido
bañando el ambiente
con el humo de los cigarrillos.

Sigo sin conseguirlo.

Busco
que sea automático
en el ritmo,
pero espontáneo y genuino
en el contenido.

Tampoco.

Podría recurrir
a enunciar grandes principios
metafóricos
sobre la semejanza de un aroma
extinto
mientras bebo el elixir
de un olivo.

No, esto no es mío,
florituras
literarias
que son continente,
pero no son contenido.



Ateo del perdón

No quiero pensar, los párpados cerrados transparentan miradas cuyos ojos diluvian sobre unas vestiduras ajadas que camuflan un delito ...