viernes, 9 de mayo de 2014

Hans ha perdido los papeles

[Por las mañanas no me gusta, pero siempre me adelanto al despertador con un dolor crónico de cabeza asociado a mi trastorno compulsivo de cerebro-peonza.Voy al baño, me lavo la cara y me alboroto el pelo. A veces vomito; luego me tomo un café, me visto y cojo la puerta. Salgo, y el frío me acaricia las mejillas seguido de un temblor que me recorre a cada milímetro. Un amanecer quemacielos, el sol parece haber explotado y ha teñido el horizonte. Que bonito es el invierno a veces, que espejismo. Empieza a llover y yo con tan pocas ganas de mojarme, pero no cojo paraguas, nunca me han gustado los paraguas..]

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[Llevo unas semanas como reponedor de supermercado, como un eslabón más de la cadena de montaje que empieza en la sección de congelados y acaba en un meeting propagandístico o en la sección de sucesos de los medios de manipulación. Coger, ordenar, colocar, reiniciar. En eso consistía mi empleo, las latas a punto de caducar en primera fila y los productos de buenas marcas abajo del todo de los estantes, así eran mis órdenes. De vez en cuando robo alguna botella con alcohol barato pudrestómagos de la que salgo de trabajar. Mi compañera me dice que siempre estoy pálido y hecho polvo, como si viviera todo el día ebrio y me muriera en cada resaca. Creo que me van a despedir. Coger, ordenar, colocar, reiniciar..]

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[..¡El trabajo no es la proyección del hombre! ¡Es la esclavitud del ser humano! Es la cadena perpetua de la libertad. Es la condena hipotecada del pecado capital de trascendernos y hacernos divinidad. Vivimos sustentados por una gran mentira de autoconvencimiento metafísico. Atormentados por la idea de que nosotros, finitos y en descomposición, iremos a parar a un más allá del que nada sabemos. Esperamos por un futuro que no va a llegar. Somos la comedia que no se cuenta en los teatros. Y tanta risa ya empieza a romper algunos tímpanos..]


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[..Hoy te he visto en el rostro y en las faldas de otra mujer. He comprado rosas, para ti, y me he clavado las espinas. He pedido un whisky doble de ganas de tenerte, y aún así no he podido. Me ahogué en ese vaso, pagué y salí dejando tras de mi un cubito de hielo que se derretía. He caminado cabizbajo por esta ciudad con mar con la ilusoria esperanza de que podría llegar a algún sitio, de que llegaría a mi destino. Pero una vez más, hoy tampoco ha sido así..]

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[Qué poco me gusta salir cuando hay fútbol. Los bares se llenan de gritos y de animales, la civilización retorna a sus orígenes de selva. Veo monos vestidos con pantalón vaquero y una camiseta y bufanda a juego con los colores y el escudo de la empresa de su corazón a la que ahora llaman 'equipo'. La involución humana llega algunos sábados a las ocho, y dura noventa minutos más el descuento..]

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[Algunos días me gusta salir y correr con la imperiosa necesidad de querer escapar de mí mismo. Correr, romper con todo, huir de mi solitario deseo de que me enseñen a caminar. Correr hasta que me quemen los pies y mis piernas me fallen, correr hasta que me falte el aire a los pulmones y el oxígeno y las ideas a 
la cabeza. Escapar y ganarme la carrera a mi mismo. Superar el límite que me puse la última vez que me quemé los pies. Hoy me queman los pies..]

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