Corren y ensordecen los pistoletazos de salida
y yo que no me entero.
Demasiadas derrotas injustas se ven
en este deporte,
que es la vida.
Sudamos por todos los poros
de nuestra piel,
cuando
sabemos
que el esfuerzo y el curro
no es a gusto de todos.
Remamos contra marea,
no llorando nuestras penas
ni mirando nuestras mierdas
ni volviendo,
a los viejos tropiezos con nuestras piedras,
simplemente remamos, juntos,
aprendiendo de todas y cada una de ellas.
Todos, sin excepción
nos partimos la boca
y ésta se nos llena
de roja, fuerte e intensa
rabia,
de pura esperanza, de ganas
de batir todas las marcas.
Yo sigo mientras tanto,
amañando todas las apuestas,
por ganar todas las carreras,
que lleven al premio que se enciende entre tus piernas.
Atención, que otra carrera va a empezar,
ahí va.
Preparados, listos, ya.
miércoles, 4 de septiembre de 2013
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