Nunca había pensado en llegar tan lejos caminando de puntillas y con pies de plomo, hasta afilar tus sentimientos, y pintar tus mejores caricias y besos.
Nunca había despertado en el lado bueno de la cama equivocada, con ese hueco vacío para abrazar todos tus miedos. Quizá nunca haya despertado, sin más, por eso de que cada vez es más duro soñar, y también dormir por lo general.
Nunca te había llorado un millón de lágrimas, que sonrientes bajaban por mis mejillas, llegaban a tus pupilas, y encendían tus mejores sonrisas.
Nunca había dicho nunca, porque nunca había tenido motivos, pero nunca, serás parte de mis olvidos.
Nunca he imaginado lo inimaginable mientras no fuera contigo, mis cervezas, una libreta, lápiz y tus caderas.
Nunca había imaginado lo inimaginable sino fuera entre tus piernas.
Nunca había escalado tus cordilleras, acampado bajo tu culo, y levantarme con fuerza, para nunca más perderte.
Pero, ten por seguro.
Nunca olvidaré tus ojos verdes.
domingo, 4 de agosto de 2013
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