domingo, 1 de junio de 2014

De la política y el cambio

Vivimos tiempos de cambio; se respira, tras la contaminación de la ineptitud y la ignorancia, ciudadanos que dicen basta. Se ven debates en televisión dónde llamados "periodistas" emplean argumentos bumeranes que les vuelven y las hacen perder la partida. Estamos ante nuestro futuro, pero nos quedamos viendo el fútbol, de lo malo, el fútbol es un elemento de cohesión de la sociedad; lástima que sea sólo un juego intrascendente. Reaccionamos pasando de la indignación de pie a la sumisión de los brazos cruzados. Nos vendamos las vergüenzas con periódicos cuyo uso para informar deja mucho que desear.
Las peores vallas no están en Ceuta, o en Melilla, no están en Ucrania y Rusia, tampoco están en México y las Américas;  las vallas no se construyen en Asia, ni son una gran muralla china. Las peores vallas son los límites de nuestra conciencia, nuestra mediocridad es su alimento. Nuestras lágrimas sus trofeos y regocijo, nuestras casas más inmuebles para ellos, incoherentes títeres esclavos del capital.
El cambio es necesario, y ha de ser inminente antes de que todo se escape de las manos, antes de que a la tercera dictadura vaya la vencida, o a la 3a Guerra Mundial sea la definitiva. ¿Hace falta probarnos? ¿Es necesario ver que no hemos dejado de ser monos asesinos aunque nos escondamos detrás de la orgía de las nuevas tecnologías?
¿Cómo mover el cambio? ¿Como impedir el descalabro? ¿Cómo curar la herida emocional de una sociedad traicionada por los que escogieron, y peor aún, por los que no escogieron y que están ahí por propio derecho? ¿Cómo? ¿Cambiando cada una de las piezas del entramado? ¿El mal menor por el bien común? ¿La revolución?
"Hay políticas que no funcionan porque aún no se han probado"; y hay prestigios sociales inútiles porque hay mitos que aún no se han tumbado. Vivimos ante una élite de intocables, y cada uno de nosotros ha de cambiar. Desde nuestra conciencia, para poder crecer, evolucionar y cortar de raíz la pobreza intelectual.
¿Cómo cambiar? ¿Por qué no desde la función de cada uno? ¿Por qué no pedir a los "profesionales" que cumplan? (que por desgracia los que no lo hacen son la mayoría).

¿Yo? Yo lo que pediría:

¿A los periodistas? Que se documenten, que detengan el festival de calumnias contra figuras individuales cuando el enemigo está en casa, cuando ellos mismos dejan de informar para enjuiciar, eso que se lo dejen a los jueces.
¿A los jueces? Que sean justos, que dejen los indultos para quien tire una tarta y no para quien le robe al prójimo, ni para el que mata por voluntad de dios.
¿A los curas? Que se confiesen, que dejen las rentas y los diezmos en la Edad Media, que paren el conflicto entre libertad y pensamiento, que dejen la fe para el que la quiera, y no para los colegios.
¿A los profesores? Que enseñen y no condicionen. Que doten al alumno de herramientas para resolver situaciones problemáticas y no de un ABC modélico para memorizar. Que no nos programen como a robots, de eso ya se encargan los políticos.
¿Y a los políticos? Que gobiernen, que para hacer reír ya hay gente que cobra. Que dejen el carisma para estar con la familia y la incompetencia en sus maletines. Que sus mentiras se las paguen en sus dietas y que si vuelan en bussiness sea para no volver.

Charles Bukowski dijo una vez "la diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes", espero que esa diferencia se pueda hacer más notable.

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