Tiempos convulsos...
tiempos que piden guerra,
pero a los que no les queda
nada que sangrar.
Tiempos hambrientos,
a los que no les quedan
ganas de comer.
Tiempos sedientos
que no tienen nada
que beber.
Tiempos gastados,
llenos de gente,
con nada que perder.
Tiempos extraños,
estos.
Tiempos que nada nos dicen,
en lo que el silencio
es norma
y un grito
excepción.
En momentos como estos es demasiado complicado el vivir...
Los tiempos cambian y mueren,
ruido y sonido
han perdido su sentido,
amor y odio
se han hecho indistintos,
las caricias se han vuelto violentas,
las palabras cuchillos
y los abrazos coartadas.
Tiempos donde la vida se convierte en un juego de azar,
y yo con mis cartas en sus manos.
miércoles, 8 de marzo de 2017
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