jueves, 21 de septiembre de 2017

Ayer

Ayer quise ser éxtasis extraordinario que nadie merece y únicamente fui un grito de socorro sin solución, sin auxilio, sin salida de emergencia o sin cura para una cicuta que corre por mis venas de forma sempiterna.

Ayer me dejé llevar por esa pequeña zona oscura de mi mente que me desató el demonio que yo llamo Desmond y que pocas personas saben lo que representa. Ayer sólo fui animal herido.. y sigo desangrándome.

Ayer buscaba una huida hacia adelante del rincón oscuro de mi roto corazón y encontré un desequilibrio nuevo que no se tenía en pie. Fui una señal de peligro. Luminosa e intermitente fue mi llamada al 112 del espíritu. No tuve éxito.

Ayer quise pero no pude, encontrarme bien, controlar el dolor y canalizarlo en cantos y aullidos que se quedaron afónicos, escondidos en el ruido, enmudecidos por un llanto seco emanado de un sufrimiento visceral.

Ayer únicamente fui hipocondria de ser yo mismo.

Hoy, pago el dejarme llevar con una parálisis emocional.


Hans Loup

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ateo del perdón

No quiero pensar, los párpados cerrados transparentan miradas cuyos ojos diluvian sobre unas vestiduras ajadas que camuflan un delito ...