domingo, 28 de octubre de 2012

Encadenado a la libertad.

Oscuridad, ojos cerrados y no sabes ni dónde estás. Así empezamos todos nuestras vidas, atrapados en un lugar "a nuestra medida" del que no podemos salir hasta un momento determinado. Pues la determinación de los momentos juega la baza más importante cuando nos enfrentamos a la vida. Día a día, cuando buscamos sonrisas, felicidad, quizá tras tomar un café en la oficina o trás hacer unas buenas inversiones económicas en acciones.

Quizá tras todo eso no haya más que un puñado de palabras vacías. Quiza no haya un objetivo o un sueño. Mentira, siempre lo hay. Lo hay aunque sea imposible, aunque sea ficticio, es tu objetivo. Aunque para que se cumpla todo tenga que cambiar. Aunque los cambios incluyan un solo acierto por cada cinco mil errores.

No hay descanso en la vida, no hay momento para parar. No te puedes permitir un descanso. Un respiro en cualquier banco del parque. El tiempo no te lo permite. Nunca pregunta y corre en tu contra para muchísimas cosas. Aunque para otras corre a tu favor.

Libertad, imposible, pues siempre estaremos atados a algo, leyes, sistemas políticos, personas, ideales, principios. Siempre hay algo detras de tu búsqueda. Siempre hay un lastre que arrastras. Vivimos en un contante enacadenamiento a la libertad. Esa idea esta grabada en la mente, no saldrá de ahí, no romperemos las cadenas de la libertad.

Si quieres, prueba. Quizá tu puedas romper la cadena y ser realmente libre.


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