"Escúchame". Tras esas palabras cesó el tic-tac de cualquier reloj. Todas las veces que me dijeron: 'cómo pasa el tiempo' quedaron anuladas. Pues el tiempo es caprichoso y nunca está en tus manos. Deja que pertenezca a la persona que posea esa cualidad. Que pare todos los relojes.
Puedes parar el tiempo, pero nunca el tuyo, nunca a tu antojo y no todo el mundo puede hacerlo. Si todo el mundo pudiera, sería equivalente a que nadie pudiera.
Tú rompes las cadenas del tiempo, si aún no me crees prueba, ahora:
"Para todos los relojes".
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