sábado, 28 de diciembre de 2013

Poemas bidireccionales

Beber, fumarme el olvido y el pesimismo, vivir evadido.
Únicamente puedo sonreír contigo, droga mía.
Surcar los bares contra el viento.
Consolarme de mí mismo, la vida es experiencia y desafío.
veces me río de mí mismo, a veces lo finjo, soy un vulgar un mezquino.
Mediocridad fue durante un tiempo mi apellido.
Es ahora sólo un criador de malvas, un nicho.

Un domingo cualquiera apuesto por ti, estando contigo.
No puedo perder, no, imposible contigo.
Ahora lucho por hacerme un sitio, por beber la vida de tu ombligo.

Puede que las drogas y el dinero marquen el camino, no el mío.
otro destino cualquiera, sea París.
El mío lo marcas tú, será manía chico, pues soy.
Raro como una copa de vino.
Transparente, opaco al gusto y a los sentidos.
Alcohol que te nubla el juicio.

De tontos está el mundo lleno, qué consuelo.
Es por saborearte por lo que respiro.

Sólo busco tus labios como abrigo.
Abrázame, tengo frío.
Libérame de mi mismo.
Incondicional, guía del espíritu.
Donde tu señales, ese será mi destino.
Ahora mi ruego, lee en vertical, te necesito.

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