Amor, lo siento

El amor entró
a golpes
derrumbando muros
y corazas.

Prometiendo utopías
y esperanzas
que ahora no son más
que ilusiones
vanas.

Llegó en un acto
de locura,
con unas copas encima
y una rabia contenida,
que se ha vuelto en nuestra contra.

Ahora los amantes
son los que
se odian,
en un campo de
sentimientos rotos.

Caminan con pies de plomo,
atentos de no pisar
los cristales,
y seguir cortándose.

Los que un día
se amaron
no sienten más
que odio,
ya sabes lo que dicen,
del amor al odio hay un beso en los labios equivocados.

Ahora nadie sabe dónde
se ha escondido
ese amor que iluminaba,
hay quien dice que se ahogó en saliva,
lo desgarraron unas uñas
o lo zarandearon unas manos que hicieron música a golpes.

Otros en cambio
albergan esperanza,
corren sin escapar
hacia adelante
con los bolsillos cargados de pena,
y el pecho de balas.

Pues el amor no siente,
el amor no se preocupa,
el amor no piensa,
el amor no late en corazones fríos,
el amor no entiende de justicia,
el amor no entiende de razones.

El amor está muerto.