jueves, 1 de marzo de 2018

Cosas concretas

Me gustaría 
creer,
que la vida no es camino funesto,
que lo justo es consenso
y no exceso,
que lo bueno es hábito,
no algo extraño,
que lo humano fuera menos humano
y más humanitario.

Me gustaría 
discernir
entre el caos de incertidumbres 
que conforman 
una vida,
y encontrar esa luz al final del túnel 
de la existencia 
que hace las veces de refugio,
escudo 
y promesa de vida eterna.

Me gustaría 
no pensar,
que al final
lo fútil de nuestro andar
es de las pocas cosas
que se quedan.

Me gustaría 
encontrar un sentido trascendental 
en el contenido 
de estas formas sin figura.

Hablo de estas letras
que resultan clavos 
que atormentan 
los recovecos de una mente
que ha aprendido a vivir
en base a la sospecha.

A quién voy a engañar,
no es necesario 
bailar con las estrellas
hacer metáforas 
sin rumbo
en el mar de una vida abierta,
cuando lo tangible 
contiene la riqueza 
del abanico de posibilidades 

de las cosas concretas.

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